▷ Salmo 12

Salmo 12 Sálvanos, Señor, que se acaba la lealtad 2. ¡Sálvanos, Señor!, porque escasean los fieles, han desaparecido los leales entre los hombres. 3. No hacen más que mentirse unos a otros, hablan con labios mentirosos y doblez de corazón. 4. Que el Señor elimine los labios mentirosos y la lengua fanfarrona 5. de los que dicen: La lengua es nuestra fuerza, nuestros labios son nuestra arma, ¿quién será nuestro amo? 6. El Señor responde: Por los sollozos del humilde, por el lamento del pobre, ahora me levanto y daré la salvación a quien la ansía. 7 . Las palabras del Señor son palabras limpias, como plata purificada en el crisol, siete veces de escoria depurada. 8. Tú nos guardarás, Señor, nos librarás siempre de esa gente. 9. Los malvados del entorno deambularán, ¡colmo de vileza entre los hombres! Salmos, 12