▷ Salmo 42

Salmo 42 Como ansía la cierva corrientes de agua, así te ansío, Señor 2. Como anhela la cierva corrientes de agua, así, mi alma te anhela a ti, oh Dios. 3. Mi alma está sedienta de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? 4. Mis lágrimas son mi pan noche y día, mientras todo el día me repiten: ¿Dónde está tu Dios? 5. Recordándolo, me desahogo conmigo: ¡cómo entraba en el recinto, cómo avanzaba hasta la casa de Dios, entre gritos de júbilo y acción de gracias, en el bullicio festivo! 6. ¿Por qué estás abatida, alma mía, por qué estás gimiendo? Espera en Dios, que aún le darás gracias: Salvador de mi rostro, 7. Dios mío. Cuando mi alma se angustia, entonces te recuerdo, pequeña Colina, desde el Jordán y el Hermón. 8. Una sima grita a otra sima con fragor de cascadas: tus oleadas y tus olas me han arrollado. 9. De día el Señor me brinda su amor, de...