▷ Salmo 28


Salmo 28



Prerrogativas del justo

1.  A ti, Señor, te invoco. Roca mía, no te hagas el sordo; que si enmudeces seré como los que bajan al sepulcro.
2.  Escucha mi voz suplicante cuando te pido auxilio, cuando levanto las manos hacia tu templo sagrado.
3.  No me arrastres con los malvados, ni con los malhechores: saludan con la paz al prójimo y con malicia en el corazón.
4.  Dales lo que merecen sus obras y la maldad de sus actos, dales según la obra de sus manos, devuélveles lo que se merecen.
5.  Como no entienden las proezas de Dios, ni la acción de sus manos, ¡que él los derribe y no los reconstruya!
6.  ¡Bendito sea el Señor que escuchó mi voz suplicante!
7.  El Señor es mi fuerza y mi escudo: en él confía mi corazón.
Me socorrió y mi corazón se alegra; le doy gracias con mi cántico.
8.  El Señor es mi baluarte y refugio, el salvador de su Ungido.
9.  Salva a tu pueblo, bendice a tu heredad, guíalos y sostenlos siempre.


Salmos, 28
▷ Salmo 28 ▷ Salmo 28 Reviewed by Manuel on octubre 06, 2017 Rating: 5

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