salmo 84
¡Qué delicia es tu morada, Señor!
(122)
2.
¡Qué amable es tu morada,
Señor del universo!
3.
Languidece mi ser y
anhela a gritos el atrio del Señor; mi corazón y mi carne saltan
de gozo por el Dios vivo.
4.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus pichones, junto
a tus altares, Señor del universo, Rey mío y Dios mío.
5.
Dichosos los que habitan en tu casa alabándote siempre.
6.
Dichosos quienes tienen su refugio en ti, aquellos cuyo corazón te alaban.
7. Cuando pasan por el Valle del Llanto, lo transforman en manantial y
la lluvia lo cubre de balsas.
8. Caminan de baluarte en baluarte para ver al Dios de los dioses en
Sión.
9.
Señor Dios del universo, escucha
mi súplica, atiéndeme, Dios de Jacob.
10.
Oh Dios, escudo nuestro, mira, fíjate en el rostro de tu Ungido.
11.
Vale más un día en tu atrio
que mil en mi casa; prefiero el umbral de la casa de Dios a
morar en la tienda del malvado.
12.
Porque el Señor es sol y es escudo, Dios concede favor y gloria; el Señor no niega sus
bienes a los de conducta intachable.
13.
Señor del universo, ¡dichoso
quien confía en ti!
▷ Salmo 84
Reviewed by Manuel
on
octubre 24, 2017
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