▷ Salmo 122

Salmo 122 ¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor! (Sal 84) 1. Me alegré con quienes me dijeron: ¡Iremos a la casa del Señor! 2 . Nuestros pies se detienen ante tus puertas, Jerusalén. 3. ¡Jerusalén!, edificada como ciudad totalmente armoniosa, 4. adonde suben las tribus, las tribus del Señor; según la ley de Israel, a dar gracias al Nombre del Señor. 5. Allí reside el tribunal de justicia, el tribunal del palacio de David. 6. Pidan la paz para Jerusalén: Vivan tranquilos los que te aman; 7. haya paz en tus murallas, tranquilidad en tus palacios. 8. Por mis hermanos y compañeros quiero decir: La paz contigo. 9. Por la casa del Señor nuestro Dios quiero pedir: El bien para ti. Salmos, 122