▷ Salmo 36

Salmo 36 Justicia y providencia divinas 2. El pecado inspira al malvado en lo profundo de su corazón; no tiene temor de Dios ni siquiera en su presencia. 3. Pues Dios lo destruirá con su mirada, al descubrir su abominable delito. 4. Las palabras de su boca son maldad y traición, es incapaz de ser sensato y de obrar bien. 5. Acostado planea el crimen, se obstina en el camino, no rechaza la maldad. 6. Señor, tu misericordia viene del cielo, tu fidelidad llega hasta las nubes; 7. tu justicia es como las altas cordilleras, tus juicios son un océano inmenso; tú socorres a hombres y animales. 8. ¡Qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios! Los humanos se refugian a la sombra de tus alas, 9. se sacian con la abundancia de tu casa, les das a beber en el río de tus delicias; 10. porque en ti está la fuente de la vida y con tu luz vemos la luz. 11. Prolonga tu miseri...