Salmo 36
Justicia y providencia divinas
2.
El pecado inspira al malvado en lo profundo de su corazón; no tiene temor de Dios
ni siquiera en su presencia.
3.
Pues Dios lo destruirá con su mirada, al descubrir su abominable delito.
4.
Las palabras de su boca son maldad y traición, es incapaz de ser sensato y de obrar
bien.
5.
Acostado planea el crimen,
se obstina en el camino, no rechaza la maldad.
6. Señor, tu misericordia viene del cielo, tu fidelidad llega hasta las nubes;
7.
tu justicia es como las altas cordilleras, tus juicios son un océano inmenso; tú socorres a
hombres y animales.
8.
¡Qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios! Los humanos se refugian a la
sombra de tus alas,
9. se sacian con la abundancia de tu casa, les das a beber en el río de tus
delicias;
10.
porque en ti está la fuente de la vida y con tu luz vemos la luz.
11. Prolonga tu misericordia sobre los que te reconocen y tu justicia sobre
los rectos de corazón.
12.
Que no me pisotee el pie del soberbio, que no me destierre la mano del malvado.
13.
Vean cómo caen los malhechores, derribados, ya no pueden levantarse.
▷ Salmo 36
Reviewed by Manuel
on
octubre 07, 2017
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